Hace un año atrás por estas
fechas iniciaba mi primer viaje a Europa, cruzar el charco desde Argentina
hasta Roma. Para algunos puede ser habitual viajar, conectar vuelos, para otros
como yo, era la primera vez que cruzaba el charco (así nos referimos al hecho
de atravesar el Océano Atlántico en Argentina).
Lo sensacional del viaje a
Europa, debería decir, a la vez un poco estresante, fue armar
el itinerario de viaje, leer guías, blogs, explorar, preguntar, pedir consejos,
ir a la casa de mis amigos que me recomendaban lugares, medios de transporte, ver
mapas, todos los consejos útiles fueron usados en su momento. Sí necesitas consejos, Cómo armar tu itinerario no dudes en preguntarnos.
El destino fue Europa. El objetivo:
dar una pincelada por las principales capitales del Viejo Mundo, ¿Acompañantes?
No, hice el viaje sola. Mujeres no tengan miedos, ni prejuicios se puede viajar
sola, siempre encontrarás otr@s viajer@s que andan de manera solitaria y en
cada lugar conocerás gente que comparte el placer de viajar. Transitar solo,
también tiene sus beneficios, lo único
que necesitas es tener los cinco sentidos puesto en todo y ser todo terreno
(adaptabilidad a pleno).
Las ciudades elegidas fueron las
siguientes: Londres, Paris, Ámsterdam, Berlín, Viena, Praga, Venecia,
Florencia, Roma. Todas ellas fueron recorridas en un total de 28 días, es
decir, fue un maratónico viaje. Todo planificado, desde hostel, vuelo, trenes,
algunas excursiones, nunca tuve tan planificada la vida. Armé un Excel en donde
volqué toda la información, desde el hotel con la dirección y el costo, el
horario del tren, las excursiones, los horarios de museos, las ciudades.
Iconos de Londres |
Los amigos me ayudaron a elegir
la cantidad de días para cada ciudad y hasta me aconsejaron:
“acordaté cuando estés en el metro toca el botón de la puerta para descender”,
“en París si te dicen se te cayó un anillo no te detengas, te hacen firmar y luego te piden dinero”, “no te olvides de validar los tickets en los distintos medios de transporte”,
“Compra las tarjetas de transporte por días”,
“Ojo, que en los supermercados te cobras vos, si entendiste bien, el cajero no existe en algunas ciudades (Londres)”,
“en Berlín regístrate para ingresar al Reichstag”.
“acordaté cuando estés en el metro toca el botón de la puerta para descender”,
“en París si te dicen se te cayó un anillo no te detengas, te hacen firmar y luego te piden dinero”, “no te olvides de validar los tickets en los distintos medios de transporte”,
“Compra las tarjetas de transporte por días”,
“Ojo, que en los supermercados te cobras vos, si entendiste bien, el cajero no existe en algunas ciudades (Londres)”,
“en Berlín regístrate para ingresar al Reichstag”.
Sensaciones: mezcla de nervios y
coraje puesto que ir a ciudades que no hablan tu idioma puede resultar
complejo, pero no lo es, ese miedo se supera rápidamente.
3 días en Londres nunca vienen nada
mal
Llegué a Londres, previa escala
en Roma, luego de un vuelo de 14 horas. Encontrar el hostel fue fácil.
Al
vislumbrar la ciudad en mi recorrido fue como estar en medio de una película,
despersonalizada, porque me sentía un punto en la historia muy pequeño. Cada
vez que caminaba o encontraba estatuas, o referencias históricas, trataba de
entender los procesos de tantos años. Y los años, las guerras, la conformación
del Reino Unido como potencia mundial, con capacidad de incidir, colonizar
países, capacidad de imperialismo, hegemonía, y aún hoy sabiendo que
el idioma ingles es la lengua universal del
mercado y de los viajeros occidentales.
La señalización, el respeto por
los semáforos, ya te marcan la diferencia, no estoy haciendo un juicio de
valor, marcó la diferencia de estructuras mentales entre un país y nosotros estamos acostumbrados a otras reglas, otros códigos.
Vistas de Londres |
El primer día me dediqué a
perderme por la ciudad, encontrando los puntos principales: Oxford Street,
Picadilly, Convent Garden, Barrio Bloosmury, Palacio de Buckinghan, Palacio
Westminster, Abadía Westminster, Big Ben, los Puentes, London Eyes, Trafagal
Square, La Catedral de San Pablo, hasta dormí una siesta en Hyde Park.
Segundo día: recorrí Candem Town,
increíble la cantidad de cosas, puestos de cosas, cositas, cositos, de todo un
poco, puestos de comidas provenientes de distintas nacionalidades, con sus aromas especiados, frutales, fritos, naturales, una mixtura de colores, sabores y aromas. Luego contraté el
bus turístico por dos días que incluía el paseo en barco, aunque no me gusta
tanto esta opción, la elegí porque tenía dos días y quería recorrer lo más posible,
rendir el tiempo al máximo. Es obvio, que no me alcanzó, me quede con ganas de
más Londres.
Camden Town |
El bus recorre lo que ningún
turista se puede perder y dan buenas explicaciones históricas en diferentes
idiomas. Al final el recorrido me dediqué a devorarme la ciudad, a caminarla,
caminarla calles preciosas, ordenadas, perfectas, la ciudad parece silenciosa,
miras para un lado, y algo te sorprende y así puedes andar maravillada por
horas. No sé si soy muy sensible o las
ciudades me llegan por su historia, su política, su arte.
Detalles |
Me llamó la atención el centro
económico, la cantidad de bancos que se encuentran allí, de todas las firmas y
nacionalidades y al ver eso ahí te cae la ficha, ahora entiendo porque el
mercado funciona las 24 horas Londres, Pekín, New York. El poder, la
dominación, la idea de Commonwealth, entonces te topas con una estatua que dice
la casa de África, de Asia, la idea de naciones comunes dominadas por Gran
Bretaña, esa ideología se traduce también en la arquitectura. Y la mente puede hacer tantas conexiones, hasta me acordé de Gandhi y su lucha por liberar a India.
Estar frente el teatro The Globe, donde Shakespeare ponía en escena sus obras fue emocionante, en ese instante efímero muchos recuerdos de los clásicos de Shakespeare que alguna vez leí, se me hicieron presente y también otros autores. Los cuales están homenajeados con estatuas, eso da cuenta que no es posible olvidar el aporte que han realizado a la humanidad, y quizás la mejor forma de homenajearlos es leerlos.
Tercer día: bus turístico y el recorrido
en barco por el Támesis, la tristeza que ya se acaba Londres. Pasar por Baker Street
221 B y sentirse un poco de Sherlock, visité el Museo de Ciencias Naturales, el
museo de Alberto y Victoria no hice tiempo a visitar otros museos. También
recomiendo ir a Abbey Road ahí lloré porque vas tomando dimensión de la
historia, pensar en Los Beathles es pensar en los años 60 y la revolución
cultural, las innovaciones (minifalda, drogas, píldoras), los jóvenes como
protagonistas, las guerras de descolonización.
Fachadas de Casas, Museo, Pub y otras. |
Ideas locas y Cosas sueltas:
-La palabra Soho deriva
del grito de casa.
-Big Ben es el diminuto de Benjamín.
-Encontré una casa donde
había un cartel que decía que en esa Casa estuvo Lenin.
-Speakers`Corner la esquina donde la
gente habla y manifiesta sus ideas me pareció el diván de Freud.
-Puedes visitar museos por
doquier y gratuitos, hasta de Jardinería.
-El tributo que le rinden a la Reina
Victoria asombra.
-En el March Arch se ejecutaba públicamente a los
acusado.
-No dejes de visitar el Barrio Chino, Notiting Hill.
Distintos homenajes a Lenin, a Churchil, a Lady Di y Dodi Al Fayed y por último Agatha Chistie |
Londres cuando llegué me recibió
con música clásica, en el ínterin de combinar la línea de metro para ir al
hostel, una persona tocaba el violín y sonaba Vivaldi. Al irme el último día
pasando por Convent Garden una artista
callejera interpretaba ópera de Verdi.
Si tuviera que hacer una síntesis de Londres, creo que sería Clásica,
como toda Europa.
Música para escuchar en Londres y
caminar Queen, Beatles, Pink Ployd, Los Rollings.
Cuarto día de Londres a París,
también la música me acompañó en la capital parisina, apenas puse un pie en la
Estación Gran Du Nord fui al hostel y realicé los trámites de
entrada, acondicioné la mochila, el mate, el cuaderno para escribir y salí para
uno de los barrios más conocidos y tradicionales Montmarte, iba escuchando el álbum de la película Amelie. Un sueño, escuchar esos temas que me han acompañado en
otros trayectos, escuchar Yann mientras tomaba mis primeros contactos con la
ciudad, y de pronto llegar al Sagrado Corazón y a los pies de mi mirada una de las mejores vistas panorámicas de París.
Mochila: me acompañó todo el
itinerario, un poco pesada pero todo está ahí (cámara, equipo de mate,
cuaderno, lapicera, dinero, mapas, frutas, agua, abrigo, lentes).
Continuaré con París. Hasta la
próxima!