lunes, 24 de agosto de 2015

Casabindo, Jujuy - Sincretismo cultural

¿Cuánto ignoramos? Sobre todo de nuestras culturas autóctonas argentinas. 

Por casualidad un destino llegó sin pensarlo, sin conocer, sin saber. Así se presentó Casabindo, emprendí un viaje motivado porque una pareja de italianos me invitaron a pasar el fin de semana. Ellos me decían, vamos a Casabindo el fin de semana se hace el “Toreo de la vincha”. Nunca había escuchado ese lugar, ni el nombre, ni la fiesta popular. 

Llegamos luego de varias combinaciones de ómnibus, Casabindo, me sorprendió, superó mis expectativas, un lugar mágico. Eso es lo bueno de viajar: adentrarse a aventuras inesperadas. Por eso me sentí ignorante al desconocer el lugar, su tradición, su historia.


Casas de adobe, feriantes, letrero, árboles secos, la imagen encierra una muestra de las múltiples cuestiones que se abren a los sentidos


Casabindo está ubicado a escasos kilómetros de Abra Pampa 55 Km, se puede arribar en ómnibus a Abra Pampa (hay mucha frecuencia) y desde allí a Casabindo tomas un bus o remises compartidos, por camino de ripio (el primero cuesta 600 pesos frente a 30 pesos del bus).

Ubicado en plena Puna, Casabindo fue fundado en 1602 por Pedro Zamora, posee una iglesia perteneciente al Siglo XVII, con diseño austero, con dos torres cuadradas rematadas con cúpulas donde se encuentran el campanario.
Cuestión de fe, cada 15 de agosto se celebra la Fiesta Patronal de la Virgen de la Asunción, con todo una ceremonia religiosa acompañada por el toreo de la vincha.


Iglesia, también conocida como catedral de la Puna


Desembarcamos, en este pequeño pueblo, era un mar de vehículos, buses, combis, motos, carpas de comida, lo primero que se distingue es la Iglesia blanca, pulcra, con dos campanas verdes, muy parecida a otra iglesias del norte. Luego se visualiza la plaza cuadrada rodeada de pircas de un metro y medio aproximadamente, la misma se utiliza para el toreo. Los banderines, azules, blancos, amarillos, el murmullo y la música de sikus, de instrumentos de viento.


música andina que ambientaba el lugar, como si el viento hablará
Llegamos alrededor de las 11 horas, luego de la misa, cada pueblo del departamento Cochinoca, trae su virgen y las hacen desfilar, les piden deseos, promesas. Movilizante la mixtura de varias variantes: lo religioso, lo autóctono, lo popular y hasta me animaría a decir lo pagano.


Una señora puneña desfilando con la virgen de su pueblo
En el Toreo no sacrifica el animal, sólo se busca sacar la vincha, varios toreros se anotan y participan del toreo, la gente mira, observa maravillada, habitantes de toda la Puna se acercan, sus vestimentas, polleras, sombreros, aguayos son parte de la identidad, sacan fotos, filman, se amontonan para ver el toreo.


los banderines cruzan la plaza

En la puerta de la iglesia están los Samilantes, personas que se visten con plumas de suri, este es un animal parecido al ñandú. La tradición es bailar y cuartear la carne de cordero, bailan y cantan para la virgen, por eso lo hacen mirando el altar y también espantan al diablo.


Samilante vestido con plumas de Suri

Frente a la Iglesia los salimantes hacen su ofrenda



Casabindo posee pocas cuadras y una veintena de casas sencillas, posee mucha historia. Una magnifica leyenda cuentan que un cacique evangelizado vuelve a su pueblo y ve como sus pobladores estaban sometidos a un régimen de trabajo, el cacique se rebeló. Los españoles lo encerraron en la plaza, rodeado de toros, El cacique vestía una vincha roja con bordados, uno de los toros le sacan la vincha que llevaba el cacique, y otro toro se agacha y de esa manera el cacique recupera su vincha. De esa manera, sale corriendo hacia la Virgen que se encuentra en la Iglesia. Finalmente otro toro viene por detrás y le quita la vida. Esta es la historia que nos relató uno de los lugareños. 

Previamente al Toreo, hay bailes típicos.


Kollas bailadando el carnavalito




La localidad tiene 150 habitantes, un par de casas de adobe, calles de tierras polvorientas, porque en la Puna solo llueve en verano. Los árboles secos, predomina el color tierra y en una de las plazas se erige un toro los turistas se suben y toman fotografías, alrededor de ella puestos de feriantes con puestos de comida típicas, dulces de cayots, escabeches de llama, dulces, quinoa, coca, ropa, adornos, entre tantas cosas originarias de este lugar que encierra la cultura andina.

Encontramos un lugar para ver el toreo, todos amontonados, parados frene a un Sol que obviamente estallaba en la Puna, ese día pasamos del frío al calor, solo necesitas una remera manga corta, al medio día. También necesitas protector solar porque el sol es muy fuerte, y la amplitud térmica es muy amplia.


El encuentro Torero vs Toro, el objetivo la VINCHA


Nos aprontamos a ver el toreo, es llamativo, gracioso, porque uno sonríe de como el toro enfrenta a estos valientes toreros, a veces se esconden detrás de un árbol o adentro de una casita muy pequeña que se encuentra en el centro de la plaza. La gente se ubica en las gradas, sobre las paredes, o desde los cerros, incluso algunos arriba de los techos de las casas.


Cualquier lugar es óptimo para ver el toreo


Ole, Ole


La gente se agolpa, para disfrutar del toreo, una fiesta con mucho color, con mucha mezcla religiosidad y paganismo, alegría, familia, hasta rarezas, y hasta podría decir olorcito a asado, asado a la estaca con mote. Eso sí debes prepárate para esta aventura, llevar sombrero, protector solar, hidratarte porque estás a 3700 metros sobre el nivel del mar.
Casabindo un lugar para conocer en su día de fiesta patronal, el 15 de agosto. Te recomendamos conocer la Puna una geografía hostil, inhóspita, pero con sincretismo cultural.


Atardecer en Abra Pampa



Atardecer en Abra Pampa